Cuando tenía 6 años ya me gustaba darle masajes a mi padre y pintarle las uñas a mi madre, si eso sirve como inicios de esteticista quiere decir que llevo más de 20 años, tragozando es decir trabajar
de mi pasión.

Conozco el mundo de la belleza y el bienestar porque mi familia se dedicó a ello más de media vida y me apasiona pensar en llevarlo más allá de lo físico.

Cielo abrió sus puertas en marzo de 2022, después de la peor racha de mi vida en la cual toqué fondo, siempre quise ayudar a la gente a sentirse mejor consigo misma y después de fijarme que estamos en un mundo cada vez más superficial donde lo que más abunda son centros que te atienden rápido, pim pam y fuera… No podía seguir trabajando así, me ardían las entrañas y fué entonces cuando este proyecto me hizo resurgir de las cenizas, descubrí mi propósito que es haceros sentir ÚNICAS, ESPECIALES y COMPLETAS.